martes, 24 de noviembre de 2009

Reglas que no se enseñan en el colegio: establece límites

Establece límites o tus trastos se escaparán a tu control.

¿Qué tal elegir una zona de tu casa para mantenerla siempre limpia y sin trastos? Por ejemplo, tu escritorio. Entonces, habrá un oasis en mitad del caos. A lo mejor prefieres causar buena impresión y estableces que esa zona sea el recibidor.

También puedes establecer un límite sobre la altura que pueden tener las pilas de cosas que amontonas. Cuando te quedas sin sitio para almaenar más, lo mejor es establecer la regla "uno entra, uno sale" (por cada objeto nuevo que entra en casa, debe salir uno. O si eliminas uno, puedes traer uno nuevo).

Si eres de l@s que tienes mucho espacio para almacenar y mostrar objetos, puedes empezar ya a definir qué se queda y qué no. Puedes decidir que cada mes vas a poner como objeto decorativo uno sólo de los cuadros artísticos que tu hijo ha traído a casa. El resto puedes regalarlos a familiares o amigos, y otros guardarlos. Los menos favorecidos pueden ser fotografiados para el recuerdo y eliminados físicamente de tu hogar.

Y sobre todo, antes de adquirir ropa nueva o cualquier otro objeto, plantéate si lo necesitas o si te ayuda a cumplir tus objetivos. Si no es así, piensa si realmente merece la pena comprarlo.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Reglas que no se enseñan en el colegio: organiza por zonas

Crea zonas basándote en la actividad que se realiza en ellas, y organiza de acuerdo con ellas.

Organizar es como planificar una pequeña ciudad. Tienes una biblioteca (donde están los libros), una ferretería (para las herramientas), la lavandería (donde lavas, secas y doblas la ropa), la tienda de ropa de hogar (el armario de las sábanas y toallas), un restaurante (la cocina y zona de comedor), una tienda deportiva (tu mini-gimnasio), lavado y reparación del automóvil (donde están las herramientas del coche), la oficina (en este caso, tu pequeña oficina en casa), un banco (donde pagas las facturas y llevas a cabo las gestiones financieras), trastero o almacenamiento (donde guardas cosas de valor, pero que apenas se usan)...

Presta atención a cada habitación y divídela en zonas según las actividades que en ella se realicen. Ya sabemos que debemos almacenar los objetos cerca de donde van a ser utilizados y, además, los similares deben estar juntos.

El modo de saber dónde poner algo es decidir qué haces donde y qué cosas son necesarias para llevarlo a cabo, y después de eso organizar. Por ejemplo, el mando a distancia, la guía de televisión y tus gafas podrían estar en una cesta junto al sofá donde ves la televisión.

Cada habitación o una parte de ella debe tener un propósito, siempre según tu forma de pensar. Intenta no mezclar los objetos de una zona con las de otro: la ropa de cama no debería mezclarse con las herramientas, por ejemplo. De este modo lograrás zonas de relax y donde puedes concentrarte, trabajando sólo con el material necesario.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Reglas que no se enseñan en el colegio: organiza siguiendo tus hábitos

Ordena siguiendo tu tendencia natural. Si tú (y el resto de tu familia) ponéis las cosas en el mismo sitio siempre, no luches contra ello: afiánzalo.

Si la entrada a casa es el lugar donde tú, tus hijos e incluso el perro lo dejáis todo, no intentes luchar contra ello. Haz que esta tendencia trabaje para ti construyendo, comprando o adaptando algo que te ayude a organizar el desorden. Donde hay humo, normalmente hay fuego. Si una estancia está empezando a acumular cosas, la probabilidad dice que que en no mucho tiempo se convertirá en un problema.

Por ejemplo, pon una cesta o cubo para cada miembro de la familia (si tienes un perro, la suya estaría a la altura más baja o en el suelo), o cuelga perchas o estantes para cada persona (incluso deja que cada uno decore la suya).

Lo importante es probar y ver si estas soluciones encajan contigo. Y cuando lo hacen, todo fluye diariamente y la vida es más fácil y requiere menos esfuerzo.

Organizar, cuando se hace correctamente, sale de modo natural y tiene sentido para ti. Es por eso que ponemos las cosas donde creemos que las vamos a buscar o donde queremos que estén.

Observa el patrón de tu comportamiento, y piensa en el mejor sitio para dejar las cosas según como vives, te gusta y trabajas, y después organiza a su alrededor.

Esta manera de ordenar implica que no tendrás que hacer demasiados cambios en tu forma de vida para estar organizad@. Por supuesto, tendrás que hacer algunos ajustes, pero si tienes que rehacer o repensar todo, nunca serás capaz de mantenerlo.

martes, 17 de noviembre de 2009

Reglas que no se enseñan en el colegio: los objetos iguales, juntos

Los objetos tienen un orden natural y están mejor junto a determinadas cosas. Imagínalo y estarás en el camino adecuado para ser más organizad@.

Es mucho más sencillo decidir qué va con qué y dónde encontrarlo de nuevo cuando agrupas los objetos que son similares, ya sea en una caja, cesta o cubo.

Muchas cosas pueden ser agrupadas por tipo, categoría, uso, proyecto al que pertenecen, la energía que tienen o lugar que ocupan.

Imagina que eres una persona que trabaja con diferentes clientes. Bastaría con tener agrupados los documentos y objetos de cada cliente en un lugar. De este modo, cuando ves a esta persona, bastará con llevar o coger esa caja con todo el material para tener toda la información.

Funciona igual si eres de esas personas que suele apilar documentos u objetos. Hay gente que necesita ver las cosas para recordar que las tiene o que están ahí. Y sus habitaciones y despachos se convierten en un amasijo de papeles. Si apilas estos documentos por categorías o grupos, será luego más sencillo encontrar lo que buscas. Para algunos, es más sencillo archivar que apilar.

Pero si creas montañas de documentos y utilizas divisores, carpetas de colores, algún contenedor, estantes, cilps, notas estilo post-it, etc., bastará un simple cartelito sobre cada pila que indique lo que hay en ella para localizar lo que necesitas. Así, también, será más fácil añadir un nuevo papel a la pila con orden y control.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Reglas que no se enseñan en el colegio: dónde colocar los objetos


Hoy iniciamos una serie de posts dedicados a las reglas de organización que, por lo general, no nos enseñan en el colegio. Tal vez deberíamos haberlas aprendido en casa o bien en las escuelas, pero son normas que se dan por sabidas y que no todo el mundo pone en práctica.

No pongas los objetos donde caben, sino donde tengan sentido o donde sean utilizados. Si no se utilizan, ponlos en un lugar apartado.

Siempre que dejes un objeto en un lugar, pregúntate si es el sitio adecuado. ¿Hay un lugar mejor?

Coloca las cosas donde las utilices. Hacer esto puede significar reorganizar los sitios donde guardas los objetos, como añadir estanterías o poner archivos en otro sitio. Y sobre todo, pon los objetos donde quieres que estén. Dejarlos donde crees que deberían estar es un error.

Si ves que una persona super ordenada deja su paraguas junto a la puerta, no hagas tú lo mismo, porque eso no significa que dejarlo en el maletero del coche no esté bien. Nadie sabe cómo vives, cómo trabajas o si encaja en tu estilo de vida. La pregunta que debes plantearte es: ¿es el sitio donde lo has dejado el que te funciona a tí? La clave está en la función y no en la forma. Si funciona, funciona, y eso es lo que importa.

El lugar para poner un objeto es aquel al que irás a buscarlo cuando lo uses. Por ejemplo, si lo utilizas de modo habitual, no lo pongas en alto porque necesitarás una escalera para cogerlo. Sin embargo, si es un objeto que apenas utilizas, no lo pongas en primer plano, sino donde no moleste, al fondo.

martes, 10 de noviembre de 2009

Llega el frío... y las bufandas, pañuelos y foulares

Con la llegada del frío, es común ver por la calle bufandas, pashminas, foulares y pañuelos. Pero no todos sabemos cómo guardarlas en el armario o la mejor forma de organizarlas. Por ello, lo más habitual es verlas "dando vueltas" por la habitación, sin tener un lugar definido.

Una opción muy sencilla y clásica es utilizar un colgador múltiple de pared, que puedes situar detrás de una puerta, en la pared o dentro del armario.

Pero también hay otras opciones. ¿Has pensado alguna vez en adquirir cajas o cestas y guardarlos dentro? Si están bien doblados y mantienes su orden, es una elección sencilla y muy pulcra.

Otra forma de organizarlos es utilizar una percha múltiple específica para este tipo de prendas.

Si tienes poca cantidad y suficiente espacio en el armario, puedes colocar una bandeja extraíble y aprovecharla para poner en ella todas estas prendas bien dobladas.

jueves, 5 de noviembre de 2009

¿Qué hago con tantos libros?


A los que les apasiona leer entenderán perfectamente la situación. Comprar y recibir libros es habitual, pero llega un momento en que los dos estantes que teníamos previstos se quedan pequeños.

Al poco tiempo, y tras comprar una librería grande, también necesitamos más espacio para ellos. Habilitamos otras zonas de la casa, pero llega un momento en que los libros nos inundan y que no queremos.

Una lectora de Casa Perfecta (gracias Beatriz) nos ha sugerido que hablemos sobre qué hacer con los libros que ya no leemos, los antiguos, las enciclopedias... en este post os haremos algunas recomendaciones.

Regálalos: si son libros de lectura habitual y están en buen estado, puedes regalarlos a amigos, familiares, compañeros de trabajo. Escríbelos en una lista y envíaselo a todos por correo electrónico. Seguro que más de una persona está interesada.

Útilízalos para decorar: a lo largo de este post te mostramos algunas fotografías de lo que puedes hacer con ellos. Desde pegarlos para ser usados como sujetalibros hasta crear pilas para sostener una mesa o como alzador para otros objetos decorativos.

Intercámbialos: puedes realizar esto con personas cercanas a ti, pero también puedes emplear la red de Bookcrossing. Se trata de una red de personas que se dedican a intercambiar libros en su propia (u otra) ciudad. La idea es que el libro "viaje" de mano en mano. Sólo hay que registrar el libro y "liberarlo" donde prefieras.

Sé creativ@: ¿Se te había ocurrido construir una estantería? Puedes ver algunos interesantes usos en esta página web. ¿Qué tal utilizar las páginas de las enciclopedias viejas para empapelar una zona de la habitación o un mueble?¿Y crear un libro hueco para ocultar objetos? Te dejamos un tutorial para que aprendas a hacerlo.

Reciclar: aquellos que quedan obsoletos (como los diccionarios) siempre pueden reciclarse. Es la última opción -seguramente antes se te habrán ocurrido cientos de ideas para reutilizarlo- pero es igualmente válida.

Y tú, ¿tienes alguna otra idea?




lunes, 2 de noviembre de 2009

And the winner is....

Hace más de 15 días iniciábamos un concurso de ideas. Entre ellas hemos realizado un sorteo para elegir a la persona ganadora de dos dobladores de ropa.

And the winner is....

Isabel, con el nick Isporob71.

En estos días contactaremos contigo por e-mail para enviarte tu premio.

Gracias a todos por participar!

Cómo ordenar cuando eres desordenad@

A mucha gente le pasa. Son terremotos cuando entran por la puerta de casa: dejan chaquetas, bolsos y zapatos en cualquier sitio, si toman un refresco, el vaso y la bebida quedan por el salón durante el resto de la tarde, el correo queda acumulado sobre algún mueble....

Hay quien lo ordena todo antes de acostarse. Otras personas prefieren hacerlo al llegar el fin de semana (algo que nunca recomendamos en este blog).

Una manera muy eficaz es esta otra: cada vez que vayas a salir de una habitación hacia otra, mira a tu alrededor. Si hay algún objeto fuera de lugar o que pertenezca a la habitación a la que te diriges, cógelo y llévatelo. ¿Sabes cuánto tiempo ahorras? No cuesta trabajo y consigues tener la casa más ordenada.

Seguramente no evites tu desorden habitual, pero al menos lo tendrás más controlado en menos tiempo.