viernes, 21 de enero de 2011

NO a las manos vacías

Cuando se habla de organizar, la "excusa" más socorrida es: "no tengo tiempo". Y es un motivo real, ya que en las ciudades -y si son grandes aún más- el tiempo parece acortarse y lo que a algunos les parece una eternidad, a otros no les sirve ni para empezar el día.

Tener una agenda apretadísima obliga a mucha gente a encajar las tareas diarias como si fueran las piezas de un puzle, y al llegar a casa y tener otras tantas actividades que realizar, el orden queda fuera de las acciones del día.

¿No es posible encontrar ni tan siquiera 15 minutos? Entonces tal vez deberías probar la estrategia de las manos llenas. Es una forma de organizar la casa sin recurrir a la búsqueda de tiempo. Consiste en salir de cada habitación con algo en las manos. Si vamos a la cocina y hay un vaso en esta habitación, nos lo llevamos. Si hemos dejado sobre el aparador los productos de higiene recién comprados, los acercamos hasta el baño. Eso sí, al salir del baño echa un vistazo alrededor para ver qué está fuera de lugar y puedes llevarte.

Lo importante es "aprovechar" el viaje que vas a hacer igualmente para no llevar las manos vacías. En pocos minutos tu casa puede estar arreglada sin apenas darte cuenta, sin esfuerzo y de manera eficaz. ¿Te animas a probar y nos cuentas tu experiencia?


sábado, 15 de enero de 2011

Objetivo: residuos cero

Tras el éxito que parece haber suscitado el post 365 objetos menos, me crucé en televisión con el documental Comprar, tirar, comprar, que habla acerca de la obsolescencia programada.

Muy recomendable, te sugiero que reserves 50 minutos de tu tiempo y lo veas. Vivimos en un mundo (el primer mundo) donde queremos tenerlo todo en el momento en que sale al mercado. Compramos nuevos objetos y ropa sin ni siquiera plantearnos la opción de arreglarlos. Los fabricantes utilizan la obsolescencia programada en sus aparatos y sus ropas para que se "rompan" o estropeen en un plazo de tiempo (cuanto más caro el objeto, más tarda en estropearse).

Al hilo de este documental, he conocido la historia de los Johnsons, una familia que tras mudarse a una casa más pequeña, decidió hacer algo totalmente radical y diferente a lo que el documental plantea: residuos cero en su hogar. Un movimiento que empieza a cobrar fuerza no sólo en países de habla inglesa.

Compraron una compostadora para aprovechar los residuos orgánicos; tienen sólo los objetos justos, los que utilizan. Cuando van a comprar, si pueden, lo hacen a granel: se llevan los contenedores, bolsas de tela, carro de la compra...

Tanto en muebles de la cocina como en la nevera y congelador, utilizan envases de cristal. Intentan así evitar los tan habituales residuos de plástico en los que envuelven la mayoría de la comida. Mientras la mayoría de nosotros estamos todavía colocando la compra en los armarios, ellos sólo tienen que dejar los botes en los estantes. Incluso el fiambre y el queso lo guardan en tarros herméticos, directo del supermercado. Me ha hecho gracia el comentario de los amigos de sus hijos, cuando dicen que en esa casa no hay comida, porque no ven los típicos paquetes en los armarios.

Se puede decir, que prácticamente de su casa no sale basura. Es más, cuando a los hijos de la pareja tienen que regalarles algo, piden que se trate de "experiencias" y no de objetos físicos: entradas para el parque de atracciones, un vale por helados.... Otro de los detalles con los niños es que tienen tres cajas para juguetes. La condición si piden un nuevo juguete es que quepa en estas cajas. Si no cabe, tendrán que eliminar algún otro.

Las ventajas de este sistema son:
  • No tienen que sacar la basura ni llenar la cocina de contenedores de reciclaje
  • Agilizan las compras y guardar las adquisiciones
  • Cuidan el medioambiente en la medida de sus posibilidades (ellos consideran que no todo lo que envían a reciclar en su región, se recicla realmente)
  • Fundamental: si ocurriese algo en su casa, por ejemplo un incendio, no tendrían apego a los objetos y apenas perderían nada.
Como afirma Beth, ellos son más felices cuanto menos tienen. Tema al que ya dedicamos un post hace unas semanas. Puedes conocer la historia de los Johnsons pulsando aquí (en inglés)

jueves, 13 de enero de 2011

Guardar en cajas: las reglas básicas

¿A ti no te ocurre? Vas a una tienda, ves cajas y al pensar en todo lo que quieres organizar en casa sientes el deseo de llevarte algunas para dejar tu hogar más ordenado. Prometen un espacio limpio y a salvo de trastos.

Si has decidido llevarte las cajas puedes encontrarte con varios problemas: es muy alta o demasiado baja para el lugar que le corresponde, es muy pequeña o muy grande para almacenar lo que quieres, una vez puesta no encaja con la decoración... Vamos a intentar resolverlo desde antes de la adquisición.

Antes de adquirir cajas contenedoras, sigue estas reglas, ahorrarás mucho:

Almacenar no es lo primero: a pesar de que se siente como una necesidad, no es la primera parte del proceso (en los próximos días publicaremos un post sobre este asunto). Antes de ello hay que eliminar trastos, medir, saber lo que hay....

Las cajas te ayudan a establecer límites: por lo general, pensamos que si llenamos un espacio, necesitamos más espacio para almacenar lo que pueda llegar después. En realidad, el pensamiento debería ser al revés: establecer un límite basándonos en el espacio del que disponemos. Si tenemos una única estantería para almacenar libros, cuando lleguen más libros no hay que apilarlos en el suelo, sino que habrá que deshacerse de algunos libros para hacer hueco a los nuevos. Hemos puesto límites a nuestros libros según el espacio que tenemos en casa, y eso es lo que hay que respetar. Con las cajas ocurre igual.

Maximiza el espacio. Intenta ser creativ@. Mucha gente cree que el espacio se acaba en los muebles o en el espacio que tiene a mano. Intenta pensar en vertical. Mira hacia el techo y piensa en todo el espacio inutilizado que hay en casa. O bien ten en cuenta cada rincón y espacio inferior que habitualmente pasa inadvertido.

Las cajas no tienen por qué ser caras. Hay contenedores para todos los bolsillos. En realidad, cualquier contenedor debe ser funcional, más que bonito. En muchas ocasiones se utilizan dentro de cajones y armarios y sirven para organizar. Mucha gente, de hecho, utiliza cajas (como las de pañuelos) cortándoles la tapa superior.

Piensa "fuera de la caja". Esta expresión significa que hagas cosas que no son las habituales. Reutiliza los objetos para otras cosas que no sean propiamente el uso habitual o para el que han sido creados.

¿Acostumbras a comprar cajas y contenedores antes de ver cómo aprovechar el espacio que ya tienes?

domingo, 9 de enero de 2011

365 objetos menos

Seguro que a ti también te ha pasado. Conocemos a alguien que en algún momento ha pensado (o incluso ha llegado a hacer realidad) en cambiar de casa porque se le ha quedado pequeña, afirmando que no le "caben" todos los objetos que tiene.

Uno de los principios que rigen la organización de cualquier espacio, empezando por nuestro hogar, es intentar reducir al máximo el número de cosas que guardamos, asegurando que son útiles y que son usadas de modo habitual. Cualquier trasto debe eliminarse. A veces, es difícil tomar la decisión de eliminar estos objetos inútiles, porque nos da pena, porque están nuevos.... la cantidad de excusas es tan larga como quieras.

Colleen, el 3 de enero de 2010 tomó una decisión. No iba a hacerse una promesa como la de todos los años y toda la gente que conocía, basada en adelgazar, dejar de fumar, hacer más ejercicio o cambiar de trabajo. Prefirió otro tipo de promesa, más activa y más fácil de llevar a cabo. Iba a revisar y organizar cada día un rinconcito de su casa.

La idea era que no quedase sin ver ninguna estantería, cajón,hueco o armario. Y cada día eliminaría de su hogar, a través de la venta, la donación, regalándolo o sencillamente tirándolo a la basura, un objeto.

No sólo lo ha conseguido, sino que continúa con esta labor. Si una zapatilla le hace daño y por eso no se las pone, las saca de su casa. Si tiene doscientos herrajes que no saben de qué son ni por qué están ahí, también van fuera. Sin embargo, si tiene un jersey viejo y necesita uno nuevo, lo puede sustituir, pero no lo considera como eliminación de ese día y tiene que buscar el objeto que saldrá de su hogar.

Colleen creó la web 365 Less Things, que puedes ver aquí, en la que cada día te cuenta qué objeto dejará de formar parte de su vida y por qué, y se plantea objetivos diarios y semanales. Desde luego, es un ejemplo de que vivir con menos, es más, es real y se puede llevar a cabo.

¿Te animas a llevar a cabo la misma iniciativa en tu casa?

jueves, 6 de enero de 2011

Doblar sábanas bajeras ajustables

Una de la claves para mantener el orden es hacer que los objetos que tenemos ocupen el mínimo espacio posible. A veces, con la ropa de hogar lograr esto no es sencillo.

Ya en alguna ocasión te hemos contado varias maneras de doblar la ropa, como las toallas. Hoy te traigo un video realizado Jill Cooper de Living on a Dime sobre el mejor modo para doblar una sábana bajera ajustable de cama y conseguir que su presencia sea impecable y el espacio que ocupa, el mínimo.

Está en inglés, pero incluso sin sonido, la imagen se explica por sí misma.


sábado, 1 de enero de 2011

Organizadores reciclados

Hace unos días estuve visitando Howards Storage World en Madrid, que ahora ya cuenta con tienda online para aquellos que no tienen la suerte de tener uno cerca.

Cientos de productos para organizar cualquier rincón es el sueño de cualquiera que quiere una casa ordenada, aunque en muchas ocasiones supone una compra compulsiva que es innecesaria. Recuerda que antes de comprar es importante tener claras las medidas del espacio del que disponemos, la coordinación de colores y, sobre todo, lo que quieres almacenar (para evitar comprar un organizador muy grande o muy pequeño).

Pero a veces también olvidamos reciclar. Hay personas para las que gastar unos euros en un bote hermético no es necesario -o no pueden permitírselo- pero que pueden recurrir a sistemas sencillos y reciclados para conseguir el mismo objetivo. Basta contar con la bolsa del producto, unas tijeras y una botella de plástico vacía para realizar esta sencilla y rápida solución.

Como una imagen vale más que mil palabras, hoy te animo a ver el paso a paso realizado por Marie en el blog Reciclaje y Compañía (en francés, pero con las fotografías lo entenderás perfectamente). ¿Te animas?