domingo, 20 de septiembre de 2015

Lectura de domingo: Transforma tus hábitos


Hoy domingo, un corto post para recomendaros una nueva lectura.

El escritor James Clear habla sobre los hábitos, los que tenemos y los que nos gustaría cambiar, en este libro: "Transforma tus hábitos".

Está en inglés, pero es fácil de leer. La descarga es automática una vez que te registras para recibir su newsletter con trucos e ideas.

En este libro se habla de la búsqueda de la motivación para lograr nuestros objetivos y aquello que nos proponemos. Hacer las cosas poco a poco, en tareas pequeñas, para lograr lo que queremos conseguir. Unas páginas con consejos para aplicarnos a nuestra vida profesional y personal, pero también para ayudarnos a enfocar el tiempo que dedicamos a nuestro ámbito del hogar y su mantenimiento.

Disfruta.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Un mes y medio con lo básico...



Hace unos meses inicié el destrasteo de mi cocina. He hecho reformas y esto implica aprovechar para deshacerse de lo que uno no utiliza pero puede ser de utilidad para otros, o para deshacerse de elementos rotos o inutilizables.

Esta foto, aunque no es mi vajilla, refleja los elementos con los que hemos vivido en la cocina mi pareja y yo durante mes y medio. Ha sido el tiempo en el que hemos esperado a que traigan y coloquen nuestro nuevo mobiliario de cocina.

Todo sobre una mesa de cocina, se puede contar con muy pocos dedos: cinco platos (dos llanos, dos hondos y uno para el microondas), dos tazas de café, dos vasos para bebidas varias, dos cuencos y un vaso para helado. Además, cuatro cucharas, dos tenedores/cucharas/cuchillos, una tijera y dos utensilios para cocinar. Ah! y un par de bandejas!

Eso y la comida, mucha menos de lo habitual porque el único almacenamiento posible es una caja y la nevera. Para cocinar, una plancha y una olla eléctricas, un exprimidor y una tostadora. Eso es todo. Y sin embargo, el resto de la casa está llena de objetos que en teoría deberían volver a la cocina y que no han sido útiles durante mes y medio.

Este tipo de situaciones te hacen replantearte si realmente es necesario tener tantos utensilios en la cocina. Muchos de ellos no se usan, no ya en mes y medio, sino muchísimo menos que eso... He echado de menos algunas cosas, que no se pueden utilizar por no tener un sitio para cocinar, pero el 60% de las cosas podrían no estar, y no pasaría nada.

Esto me hace reconsiderar qué cosas volverán a la zona de cocina y cuáles buscarán nuevo hogar. El mantenimiento y la cantidad de espacio que necesitamos para ellas es demasiado...

domingo, 13 de septiembre de 2015

Vivir despacio en la gran ciudad

Los movimientos Slow son aquellos que pretenden disfrutar mucho más de todo lo que hacemos, desde la comida hasta nuestra vida. En muchos casos parece que eso es más fácil de conseguir en pueblos y ciudades pequeños, pero complicado en grandes ciudades donde las prisas, el estrés y la falta de tiempo es la constante diaria.

Y no falta quien publica un libro para demostrar que se puede conseguir: que no es tan complicado vivir una vida Slow en una ciudad, eliminar el 80% de tus pertenencias, vivir en un sitio más pequeño, gastar mucho menos y trabajar menos porque no necesitas tanto dinero en tu día a día. Y, como consecuencia, tener también más tiempo para disfrutar de la vida.

Es el caso de William Powers, que decidió ir a vivir a Nueva York, a un apartamento minúsculo, y disfrutar de la vida slow durante un año con su esposa.

Hoy te dejo aquí una entrevista con él (en inglés). Es mi lectura recomendada de este domingo. Disfruta y sé feliz.



miércoles, 9 de septiembre de 2015

¿Y mi familia?

Si eres lector habitual de este blog, habrás empezado a ser un poco más organizado, habrás mejorado tus hábitos de limpieza, intentarás tener menos cosas y ser más consciente de lo que entra y sale de casa. Y en algún caso, tal vez hayas iniciado otros hábitos para mejorar tu vida.

Pero en muchas, si no la mayoría, de ocasiones, no vivimos solos en casa y nuestras familias no siguen nuestros mismos hábitos. ¿Cómo lidiar con ello?¿Qué ocurre si nuestra pareja, hijos, padres, son desordenados y nosotros nos pasamos el día recogiendo lo que ellos dejan por medio? Así, es complicado mantener el orden y la limpieza en casa...

En un post anterior, ya comenté que "en casa vivimos todos", pero es que, además, no se pueden imponer los hábitos a los demás.

No intentes cambiar a los que te rodean. Cambia tú, decide qué quieres hacer con tu vida y cómo quieres mantener tu hogar. Enseña y muestra con el ejemplo, pero que sean los demás quienes deseen que su hogar sea como es. Deja que ellos recojan sus objetos, los organicen como mejor les parezca. Tú mantén tus zonas despejadas, limpias y ordenadas. Inspira a los demás, pero no intentes forzarles.

Lo que importa es la relación familiar: vuestro hogar no debe ser motivo de discordia sino un lugar de paz.



domingo, 6 de septiembre de 2015

Niveles de tolerancia

Hace unos días hablaba con amigos acerca del orden y la limpieza en nuestras casas. Unos limpiaban hasta el último centímetro de baño antes de salir por las mañanas y otros podían limpiarlo una vez en semana. Unos fregaban los utensilios de cocina y dejan recogido todo al acabar de trabajar en ella, y otros lo hacían al regresar de trabajar o al día siguiente.

Una de las conclusiones a las que llegamos, por tanto, es que cada uno tiene un nivel de tolerancia diferente tanto al orden como a la limpieza.

En Casa Perfecta damos pautas relacionadas con la mejora de nuestro hogar, la mejor manera de mantenerlo siempre organizado, y pistas para mejorar su limpieza. Pero esto no significa que todos debamos tener una casa perfecta, impoluta.

Y además, no todos convivimos igual con el mismo nivel de desorden y suciedad: hay quien prefiere quitar el polvo una vez en semana y quien lo hace cada dos días porque "no puede verlo así".

No es necesario dejar la cocina recogida antes de salir de casa, si vas con prisa. O limpiar los suelos cada dos días. En realidad, todo depende: de tus condiciones personales y laborales, de tu ambiente familiar, de quién viva en casa, de lo ordenada o no que sea cada persona que vive en casa.

Creo que es fácil entender que no es posible seguir las mismas pautas de limpieza y orden en un hogar de tres personas que en otro de una, o en aquel en que hay dos personas y tres mascotas, a diferencia de dos adultos y dos niños.

Este blog nació con el objetivo de mostrar uno de los muchos caminos existentes en el cuidado de nuestro hogar a quienes no lograban mantenerlo como desean. Para esas personas que pasan los fines de semana poniendo en orden una casa que el martes ya está de nuevo como si un tifón hubiese pasado por ella.

Métodos y técnicas que nos permiten hacer un poco cada día para no tener que hacerlo todo en un fin de semana y que, no obstante, no son la única manera de hacer las cosas. No te desesperes si tus días de 24 horas parecen más cortos. Aprende a vivir en tu hogar y decide cuál es tu nivel de tolerancia. Define cuándo y cómo quieres hacer cada cosa porque puedes hacerlo y te hace feliz.

La felicidad en un hogar es más importante que ver nuestra casa como si fuera un modelo de revista. Y en el próximo post hablaremos precisamente sobre ello.

¿Sabes qué nivel de tolerancia tienes?

miércoles, 2 de septiembre de 2015

El Efecto Diderot




...o cómo unas compras te llevan a otras. Innecesariamente.

El ejemplo perfecto seguro que lo recuerdas con uno de los primeros anuncios de Ikea en España: a un chico que celebra cena en casa con amigos, le regalan un jarrón. Este jarrón no pega con la decoración de su casa. Siente que todo lo que hay alrededor es viejo, feo y no encaja con lo nuevo. Así que comienza a cambiar todo lo demás, para adecuarlo al nuevo jarrón.

Puedes recordar el video aquí (minuto 1:08).



Esto es el Efecto Diderot. Denis Diderot fue un enciclopedista francés (sí, de los que luego salió la Revolución Francesa, aunque ese es otro tema). Un día, un amigo suyo le regaló una nueva bata. En ese momento, Diderot sintió que todo lo que había en su casa estaba desfasado, viejo y no quedaba bien con su nueva prenda.

Comenzó a cambiar toda la decoración, empezando por el sofá e incluidos los cuadros. Al acabar, se dio cuenta de que se había arruinado comprando cosas por el efecto "bata nueva", una prenda que ya casi no usaba y echaba de menos la antigua. En resumen: es la introducción de nuevas posesiones en tu vida, que resultan en una espiral de consumo.

Esto nos pasa habitualmente en nuestra vida. Solo tenemos que pensar en la cantidad de veces que hemos comprado una camisa y hemos empezado a buscar un complemento (bolso, zapatos, cinturón) que le vaya a juego, cuando realmente no nos hace falta porque seguro que tenemos en casa alguno que le va bien o que aún podemos utilizar.

¿Podemos luchar contra este efecto en nuestro día a día? Sí. Te dejo tres consejos.

  • Intenta darte cuenta en el momento en el que realizas compras. Pregúntate si necesitas realmente ese otro objeto que vas a adquirir antes de hacerlo.
  • Adelántate a los costes futuros: ya hemos hablado anteriormente de los costes ocultos y los costes de mantenimiento. Piensa en ello antes de adquirir cualquier cosa.
  • Evita comprar objetos innecesarios: los objetos no definen quién eres. Cómpralos porque sean útiles y no porque te aporten un estatus o una imagen de algo que no eres.